de que empezarán a enumerarse los tiempos
ya lo teníamos todo
todo aquello que ahora parece imposible
increíble
inimaginable serpenteaba por entre nosotras
como sabiduría remota y perdida
todos los secretos de tu vientre
una caricia desgarrada y mezquina:
la noche en la que los Padres se alzaron
contra la libertad de nuestra corazonada silvestre
la noche oscura de la masacre
cuando a las niñas se les sentenció a someterse
cuando a las madres se les condenó al dolor del parto
cuando la serpiente fue remitida al infierno
la maldición bíblica del dolor primigenio
toda una cultura silenciando el cuerpo
el velo ignorante sobre las generaciones
durmientes sobre su propia fuerza
la medicina como control del cuerpo
la ginecología como autoridad indiscutible
en cambio, los ciclo naturales
como burdas herejías anticuadas
atentando contra los milagros del progreso
y es que nada puedes saber tú de ti misma
simple y tonta mujer ciega
triste remedo del hombre poderoso
y sin embargo, nada hemos perdido
en lo más profundo y cálido de la memoria de la carne
el vientre que aún alberga toda la vida humana
la serpiente todavía danza
nuestros cuerpos aún nos pertenecen
ingobernables y misteriosos
podemos hacer de esta vida nuestra fiesta
y de nuestros nacimientos
todos los orgasmos que nos debemos.
Hace unos días tuve la suerte de poder asistir a un taller muy interesante sobre la medicina tradicional para la mujer, donde nos transmitieron lindos y sabios conocimientos. Nos compartieron un manual de ginecología con plantas, les dejo el link para que se lo puedan descargar y podamos seguir transmitiendo estos conocimientos que nos abren la mente y el alma para cortar nuestros miedos y poder sentir con más seguridad, aceptación y dulzura nuestra sexualidad.